Las manos representan al soberano y son símbolos de nuestra existencia. Donde nuestras características psicológicas están selladas.
Encarnan la eficacia, la adaptación, la autoexpresión y la posesión de una voluntad creativa...
y fines destructivos.
Hablan con un silencio elocuente y manifiestan nuestro amor, oraciones y mente. Ambos son pararrayos de energía psíquica y, sobre todo, son nuestros más fieles servidores.
Así como los observadores de estrellas hicieron poderosas conexiones entre el cosmos y la tierra, los lectores de la palma de la mano o los adivinos observan cómo los atributos de las manos se conectan con temas más importantes. La palma es vista como un microorganismo del universo. Simplemente como el axión esotérico “Como es arriba, es abajo”.
modelo. Ingrid Villaseñor / lugar. Hierve la sangre